martes, 25 de noviembre de 2014

Cuidado al usar WhatsApp

El uso de los servicios de mensajería gratuitos, como Whatsapp, son el "boom" actual. Han revolucionado en muy poco tiempo la forma de comunicación a través del teléfono móvil. El secreto de su éxito radica en que permite enviar mensajes de texto, fotografías y videos sin tener que pagar por ellos. Sin embargo, una serie de mensajes en cadena que alertaban de que su uso pronto dejaría de ser gratuito han provocado ciertas dudas sobre la seguridad de la popular aplicación de mensajería instantánea. El Sol le detalla algunas cuestiones para las que nunca se debería emplear WhatsApp.

Enviar o compartir contraseñas. Una de las principales críticas que recibe esta aplicación es que se desconoce dónde se guardan los mensajes enviados, si la compañía conserva una copia tras su entrega y el nivel de seguridad que se les aplica. Por ello, aunque en teoría la conexión 3G del móvil no puede ser interceptada, es mejor no compartir información sensible a través de este sistema.

Además, todo el historial de mensajes enviados por WhatsAPpp, incluyendo los eliminados, se almacena en el dispositivo, lo que permite que pueda ser recuperado en cualquier momento.

Compartir imágenes comprometedoras. Al igual que el punto anterior, se trata de usar el sentido común. Al no saber si lo que se envía se almacena en los servidores de la compañía ni quién puede acceder a ellos, lo mejor es no enviar imágenes de documentos importantes o esas fotos de la fiesta salvaje del fin de semana. Nunca se sabe si alguien podrá usarlas en contra y todos recuerdan la mala pasada que le jugó el iPhone a Scarlett Johanson.

Usarlo como comunicación en la empresa. Muchas personas consideran que WhatsApp es un sustituto completo para sistemas como BlackBerry Messenger. Esta afirmación es cierta a nivel social, pero no en el corporativo. RIM, fabricante de BlackBerry, aplica un estándar de seguridad que garantiza que los mensajes corportativos solo serán accesibles para emisor, receptores y la empresa, mientras que WhatsApp no ofrece ninguna de esas seguridades.

No reemplaza al email. Poco a poco, este tipo de sistemas han ido remplazando al tradicional email. Sin embargo, este uso tiene más inconvenientes que ventajas: el historial no se guarda de la misma forma, carece de las herramientas de búsqueda que poseen los gestores de correo y es accesible desde otros dispositivos. Además, el identificador es un número de teléfono, en lugar de una dirección universal y es mucho más fácil acceder sin permiso a su contenido.

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